¡No se los pierdan! Pasen y lean.
Es
el primer día de clases en la escuela de brujas. Allí apareció la
bruja Castaca, que tiene de mascota un tiburón. Esa mañana puso en
su mochila un coco, una gato para matar, un cuento y una calabaza. Su
tía le advirtió antes de salir: -no se te ocurra llevar a tu amiga
la bruja buena.
Pero
Castaca quería ir con ella, que se escondió y despacito pudo entrar
a la escuela sin ser vista.
Un
gato que andaba por ahí no tuvo mejor idea que ponerse a jugar con
las cosas de la cartuchera de la bruja Castaca. Su amiga (que estaba
escondida) lo vio y para detenerlo hizo un hechizo de congelamiento,
con tanta mala suerte que dejó a todos los alumnos helados.
Matias
Gaiani, 2ºB
Otra
bruja, Calabaza, llegó con su mascota pie grande a la que llamaba
Papi. En su mochila tenía libros de brujería, una varita mágica,
todas las cosas de river y mapas.
Las
tías le mandaron un mensaje : -No se te ocurra llevar las cosas de
River porque la escuela es de Boca Juniors.
¡Ya
era tarde! Asi que dio vueltas por la escuela, encontró un sótano y
las escondió ahí.
Ivo
Romano Acosta, 2ºB
Mientras
tanto, por otro pasillo pasaba la bruja Popó, sin su mascota el león
llamado León, porque no lo dejaron. En su cartuchera había un libro
de hechizos, goma de borrar, una pluma, escobas, libros. Sus tìas le
habían ordenado: “no congelar y no matar”.
Cuando
llegó se fijó en su libro de magia y pudo hacer una play station 3.
Estuvo todo el tiempo jugando, pegado a la pantalla con cara de zombi
y la boca abierta. Cuando salió fue al kiosco y cuando quiso comprar
algo se dio cuenta de que no sabía los números para contar el
dinero. Le dio hambre y cuando fue a una rotisería le pasaron el
menú. Pero tampoco pudo leerlo porque no sabía las letras. Llegó a
su casa y le preguntaron:
-¿Cómo
fue tu primer día de clases?
Popó
les contó y las tías ordenaron: ¡no más Play en la escuela!
Y
desde ese día Popó fue a la escuela a aprender.
Lucas
Riella Sarmiento, 2º B
Carolina,
la bruja, tenía dos gatos, uno negro y otro marrón,. El negro se
llamaba Coco y el marrón Oscar y vivían en Paraguay.
Ella
tenía ocho años y sus tías le dijeron que tenga mucho cuidado con
las brujas malas. Cuando llegó a la escuela se puso a llorar porque
nadie la quería y no se acordó de que tenía en su mochila las 4
escobas que siempre la ayudaban. Después encontró a otra nena
llorando también y se hicieron amigas.
Noelia
Addamo, 2ºB
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